Informe sobre Desarrollo Humano 2015: Trabajo al servicio del Desarrollo Humano

Informe sobre Desarrollo Humano 2015: Trabajo al servicio del Desarrollo Humano

14 de Diciembre de 2015

Las rápidas transformaciones en el mundo del trabajo provocadas por factores como el progreso tecnológico ofrecen grandes oportunidades para algunos pero plantean enormes desafíos para otros. En América Latina y el Caribe es necesario adoptar un enfoque más centrado en el trabajo —que aproveche los talentos de mujeres y hombres por igual— con el fin de frenar el aumento de las desigualdades, según el Informe sobre Desarrollo Humano 2015.

El Informe titulado “Trabajo al servicio del Desarrollo Humano” hace un llamado en favor del  trabajo equitativo y decente para todos y todas, alentando a los Gobiernos a ver más allá del empleo y considerar las múltiples formas de trabajo que existen como el voluntariado, el trabajo creativo y las labores de cuidado no remuneradas, pues solo si se aplica un concepto más amplio de trabajo se podrán aprovechar plenamente sus beneficios en favor del desarrollo humano.

Desde este punto de vista, las desigualdades de género resultan  más evidentes. Con arreglo a la distribución estimada de la totalidad del trabajo, no solo del remunerado, las mujeres desempeñan 3 de cada 4 horas de trabajo no pagado en todo el mundo. En América Latina y el Caribe, dado que las mujeres asumen la carga de cuidados, las disparidades en el ámbito del trabajo no remunerado podrían seguir aumentando a medida que la población envejezca.

En cuanto al trabajo remunerado, a escala mundial las mujeres dedican solo 1 hora por cada 2 dedicadas por los hombres y ganan un 24 por ciento menos. En América Latina y el Caribe, las mujeres ganan un 19 por ciento menos que los hombres y suelen quedar excluidas de los cargos directivos superiores: el informe menciona que en más de la mitad de todas las empresas de la región ninguna mujer ocupa un cargo ejecutivo. Además, según el Banco Interamericano de Desarrollo, las mujeres que ocupan cargos directivos superiores en la región ganan de media cerca de la mitad del sueldo correspondiente a sus homólogos varones.