Limpiar la Bahía de Jiquilisco: Un trabajo conjunto para salvar la biodiversidad y prevenir desastres

8 de Abril de 2019

El Complejo Bahía de Jiquilisco es uno de los siete humedales internacionalmente protegidos o sitios RAMSAR con los que cuenta El Salvador. En total, en el país hay 126 humedales. Fotografía cortesía de MARN.

Unas 600 libras de plástico, vidrio y aluminio fueron extraídas en la bocana del Río Grande de San Miguel y trasladadas a un relleno sanitario, durante una campaña de limpieza realizada en el sector el Encantado, de Puerto El Flor, Usulután.

La actividad, además de contribuir con la descontaminación, buscaba despertar conciencia acerca del impacto de los desechos en la biodiversidad, humedales y servicios ecosistémicos que prestan, en el Complejo Bahía de Jiquilisco. Este complejo es uno de los siete humedales Internacionalmente Protegidos o sitios RAMSAR en El Salvador.

En la jornada participaron 34 personas, 20 hombres y 14 mujeres, entre miembros de la Unidad Ambiental Municipal (UAM) de Usulután; técnicos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); y personas de las comunidades El Botoncillo 1 y 2, colonias El Paraíso y Huezo. La recolección y traslado de desechos estuvo a cargo de la Alcaldía de Usulután.

Esta es la segunda jornada de limpieza en la zona realizada en 2019. La iniciativa se enmarca en el Proyecto “Conservación, uso sostenible de la biodiversidad y mantenimiento de los servicios de los ecosistemas de humedales protegidos de importancia internacional”, implementado por el MARN con el apoyo del PNUD, y financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés).

“Para la conservación de los Humedales, particularmente de los Protegidos de Importancia Internacional (HPII), conocidos comúnmente como sitios RAMSAR, así como para avanzar hacia la sustentabilidad ambiental de nuestro país y hacia el desarrollo sostenible, es vital el involucramiento de todas y todos los actores”, enfatizó Silvia Vides, oficial de programas del PNUD. “Esfuerzos como estos buscan que los actores locales se apropien de las acciones de protección y manejo de los recursos naturales”, añadió.

La jornada es parte del plan de manejo integral de desechos sólidos formulado entre la Coordinadora de Comunidades de Puerto Parada, las UAM de Usulután, y el proyecto, para enfrentar la amenaza real que representa la contaminación por el arrastre de desechos sólidos sobre la biodiversidad de especies terrestres y marinas que habitan en la Bahía de Jiquilisco.

Ariana Bazzaglia Badía, coordinadora del proyecto, explicó que se han identificado tres puntos de contaminación en la Bahía de Jiquilisco, y se ha determinado que se debe al arrastre de materiales del Río Grande de San Miguel. “Por las características geomorfológicas de la bahía, hay sitios en donde se han acumulado sedimentos y, junto con los desechos que el río ha arrastrado durante años, se han formado islas, principalmente de plástico. Estas no solo contaminan e impactan la biodiversidad, sino que alteran el curso normal del río, provocando obstrucciones en determinadas zonas, desbordamientos en invierno y degradación de los bosques de manglar, principalmente en verano, detalló.

Bazzaglia agregó que la problemática de contaminación del río es compleja y requiere de una solución integral, gradual, en la que participen todos los sectores. “Es fundamental actuar antes de que inicie la época lluviosa, para evitar un mayor impacto e incluso inundaciones que afecten a las poblaciones aledaña”, agregó.

La actividad se integra con otras acciones como campañas de limpieza en comunidades urbanas y rurales; formación y apoyo para el reciclaje de deshechos; instalación de centros de manejo de desechos orgánicos e inorgánicos; campañas de educación ambiental y concientización sobre la problemática; y se espera involucrar al sector privado bajo las acciones de responsabilidad ambiental.