El Sistema de las Naciones Unidas en el Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia
17-may-2014
En el Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia, que se conmemora anualmente el 17 de mayo, y en el marco de la campaña “Libres e iguales” impulsada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Sistema de las Naciones Unidas en El Salvador se une al rechazo de cualquier tipo de discriminación, abuso, ataque, tortura o asesinato contra las personas de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI) y declara su convicción de que todas las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
El Estado Salvadoreño ha impulsado iniciativas importantes para la protección de los derechos humanos del grupo LGBTI, como la promulgación del Decreto Ejecutivo No. 56 que establece una serie de disposiciones para evitar toda forma de discriminación en la administración pública por razones de identidad de género u orientación sexual.
Asimismo, se ha creado la Dirección de Diversidad Sexual en la Secretaria de Inclusión Social y se han incorporado estrategias de atención de la salud y de fortalecimiento de la participación ciudadana, otorgando reconocimiento jurídico a organizaciones de la comunidad LGBTI y en particular a la comunidad Trans. Además, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos ha creado la Mesa de Diversidad Sexual.
A pesar de estos importantes avances, persisten varios retos para el Estado y la sociedad salvadoreña. Uno de estos es crear las condiciones para el reconocimiento legal de la identidad de género en documentos oficiales, que les permita acceder a servicios públicos y privados sin tener que cambiar su identidad, así como acceder a trámites bancarios y civiles.
La población LGBTI también tiene dificultades para acceder a un empleo digno y a educación básica y superior, pues enfrentan discriminación en los procesos de selección o acoso cuando se conoce su identidad de género. La exclusión de los sistemas educativos y de las oportunidades laborales expone a esta población a empleos en condiciones precarias en el sector informal o al trabajo sexual comercial.
Otro reto es propiciar un cambio cultural para acabar con la discriminación en los distintos ámbitos. La educación de calidad es una importante herramienta para lograr este fin y esta no es sólo una responsabilidad del Estado, también de las familias, las iglesias y de los medios de comunicación.
El Sistema de las Naciones Unidas en El Salvador reitera su compromiso de seguir apoyando al Estado y a la población salvadoreña en sus esfuerzos por aumentar los niveles de inclusión social y respeto de los derechos humanos.
El Estado Salvadoreño ha impulsado iniciativas importantes para la protección de los derechos humanos del grupo LGBTI, como la promulgación del Decreto Ejecutivo No. 56 que establece una serie de disposiciones para evitar toda forma de discriminación en la administración pública por razones de identidad de género u orientación sexual.
Asimismo, se ha creado la Dirección de Diversidad Sexual en la Secretaria de Inclusión Social y se han incorporado estrategias de atención de la salud y de fortalecimiento de la participación ciudadana, otorgando reconocimiento jurídico a organizaciones de la comunidad LGBTI y en particular a la comunidad Trans. Además, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos ha creado la Mesa de Diversidad Sexual.
A pesar de estos importantes avances, persisten varios retos para el Estado y la sociedad salvadoreña. Uno de estos es crear las condiciones para el reconocimiento legal de la identidad de género en documentos oficiales, que les permita acceder a servicios públicos y privados sin tener que cambiar su identidad, así como acceder a trámites bancarios y civiles.
La población LGBTI también tiene dificultades para acceder a un empleo digno y a educación básica y superior, pues enfrentan discriminación en los procesos de selección o acoso cuando se conoce su identidad de género. La exclusión de los sistemas educativos y de las oportunidades laborales expone a esta población a empleos en condiciones precarias en el sector informal o al trabajo sexual comercial.
Otro reto es propiciar un cambio cultural para acabar con la discriminación en los distintos ámbitos. La educación de calidad es una importante herramienta para lograr este fin y esta no es sólo una responsabilidad del Estado, también de las familias, las iglesias y de los medios de comunicación.
El Sistema de las Naciones Unidas en El Salvador reitera su compromiso de seguir apoyando al Estado y a la población salvadoreña en sus esfuerzos por aumentar los niveles de inclusión social y respeto de los derechos humanos.