Cumbre Mundial sobre Discapacidad

Mensaje en la Cumbre Mundial sobre Discapacidad - Londres, Reino Unido

24 de Julio de 2018

 

Me complace estar hoy en esta primera Cumbre Global de Discapacidad. Agradezco de todo corazón a los organizadores: los Gobiernos de Kenia y del Reino Unido y a la Alianza Internacional de Discapacidad (AID) por reunirnos en esta importante ocasión.

Estamos aquí para dialogar sobre cómo podemos – como individuos y sociedades – combatir la discriminación y eliminar las barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad.

Asimismo, buscamos garantizar que las personas con discapacidad gocen del mismo acceso y sean escuchadas en la sociedad con el fin de que puedan hacer realidad su potencial al máximo.

Y estamos aquí para hacer cuanto esté a nuestro alcance para hacer de nuestro mundo un lugar más equitativo y justo.

Hemos recorrido un largo camino.

La adopción histórica de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad por parte de la Asamblea General en 2006 fue un momento decisivo. El hecho de que se trate del tratado más rápidamente ratificado en el mundo – es implementado por más del 90 por ciento de los estados miembro de las Naciones Unidas – es una sólida demostración de una cuestión a la que todos los países pueden adherirse y hacer realidad.

Los principios rectores de la Convención no podrían ser más pertinentes: la no discriminación; la participación y la inclusión; la equidad y la accesibilidad; el respeto y la dignidad; y el respeto a la diferencia y la aceptación de las discapacidades como parte de la diversidad humana y de la humanidad.

Otro importante hito fue el acuerdo global alcanzado en 2015 sobre la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para cumplir la promesa de la Agenda 2030 – y su compromiso central de no dejar a nadie atrás – resulta esencial que todas las personas, en particular aquéllas que se enfrentan a la discriminación y la exclusión, tengan acceso, sean escuchadas y puedan participar de manera equitativa en todos los aspectos de su vida. Se trata de una cuestión de justicia y de igualdad de oportunidades, así como de crecimiento económico. Los costes de la exclusión son demasiado altos.

En las Naciones Unidas hace tiempo que estamos comprometidos a apoyar y promover los derechos de las personas con discapacidad en todo el mundo. Lo hacemos tanto en la acción humanitaria, en la cual nos esforzamos por garantizar que las personas con discapacidad tengan igualdad de acceso y participación en los esfuerzos de asistencia, protección y recuperación, como en nuestro trabajo para el desarrollo, en el que las necesidades y los derechos de las personas con discapacidad son centrales en nuestra misión para acelerar el cumplimiento de los ODS y no dejar a nadie atrás.

Pero estamos comprometidos a hacer más y mejor.

Para este fin, el Secretario General de las Naciones Unidas ha iniciado un proceso integral de revisión sobre cómo apoya el sistema de las Naciones Unidas los derechos de las personas con discapacidad – la cobertura de las áreas críticas de accesibilidad, empleo y transversalización en la acción humanitaria y el desarrollo.

Esto es de gran relevancia porque permitirá observar los marcos de políticas, planeamiento y operación; las cuestiones técnicas, y las capacidades para comprender qué es lo que funciona y qué podemos mejorar.

Me complace confirmar que este proceso de revisión ha sido iniciado e incluirá perspectivas de todas las Naciones Unidas, incluidos los equipos de las Naciones Unidas en los países para conocer cómo estamos apoyando a las personas con discapacidad sobre el terreno. Esto es crucial porque nos permite considerar cómo podemos marcar una diferencia en los países en los que operamos y para los gobiernos y aliados con los que trabajamos.

Nuestro plan es preparar, para inicios del 2019, un marco político, de plan de acción y de rendición de cuentas sobre discapacidades de todo el sistema de las Naciones Unidas. El marco tendrá una importante influencia sobre nuestro trabajo, en especial sobre cómo apoyamos a los países a cumplir los ODS y no dejar a nadie atrás.

Proteger y promover los derechos de las personas con discapacidad también es algo que personalmente me apasiona. Reconozco plenamente mi responsabilidad como líder de las Naciones Unidas de contribuir a progresar en esta cuestión, también en el contexto de la actual reforma del Sistema de Desarrollo de las Naciones Unidas.

En el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), organización que lidero, estamos absolutamente comprometidos a hacer lo que nos corresponde. Esto se refleja en nuestro nuevo Plan Estratégico, en el que nos comprometemos a garantizar que la discapacidad esté más incorporada en nuestro trabajo y me comprometo a que, al finalizar el periodo del plan, el PNUD haya logrado un progreso tangible en este sentido.

En el PNUD creemos firmemente que, para progresar, la cuestión de la discapacidad no va a lograrse de manera independiente, sino que requiere ser promovida en todas nuestras políticas y programas.

El PNUD, reflejando esto, promueve esta agenda crítica en todas las áreas en las que trabaja. Por ejemplo:

Contribuimos a que las personas con discapacidad sean escuchada como actores clave, tal y como lo hemos hecho en nuestro apoyo al Foro Africano de la Discapacidad.

Asistimos a los países en sus esfuerzos por implementar la Convención y desarrollar políticas y marcos legales inclusivos, como en Albania y Liberia.

Asimismo, buscamos activamente soluciones innovadoras, como en Georgia, donde el PNUD ha diseñado un sistema innovador junto a personas con discapacidad y los servicios de emergencia georgianos para garantizar el acceso equitativo a estos servicios.

Por medio de nuestros esfuerzos, hemos podido observar cómo la amplia colaboración y las alianzas son clave para el éxito.

La Alianza de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (UNPRPD por sus siglas en inglés) es un esfuerzo colaborativo único que promueve dichas alianzas reuniendo entidades de las Naciones Unidas, gobiernos, organizaciones de personas con discapacidad y la sociedad civil en general.

Desde su lanzamiento en 2012, esta alianza ha promovido con éxito la acción conjunta de las Naciones Unidas en casi cuarenta países. Por ejemplo, en Moldavia, hemos contribuido a garantizar que las personas con discapacidades mentales e intelectuales puedan vivir de manera independiente; en Viet Nam, hemos apoyado a personas con discapacidad a acceder a justicia, y en Uganda, los niños con discapacidad reciben tecnología asistencial que facilita una educación inclusiva.

Conclusión

Si bien hemos recorrido un largo camino para hacer realidad los derechos de las personas con discapacidad, sabemos que todavía queda mucho por hacer.

En ocasiones parecerá imposible alcanzar nuestro destino, pero estoy convencido de que con nuestros esfuerzos combinados – y orientados por las personas con discapacidad y sus organizaciones representativas – podemos lograr un mundo libre de discriminación y marginalización de las personas con discapacidad.

“Nada de nosotros sin nosotros" es el mantra del movimiento de las personas con discapacidad, y me gustaría finalizar mi intervención garantizándoles que nosotros – el sistema de las Naciones Unidas – los apoyamos para progresar en esta importante agenda.