Cada 19 de agosto se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, establecido por las Naciones Unidas, para honrar a las y los trabajadores que arriesgan sus vidas para brindar ayuda humanitaria a personas afectadas por la crisis en todo el mundo. En 2019, la celebración se enfocó en el papel de las mujeres como trabajadoras humanitarias en zonas de crisis o conflicto y les rindió homenaje por su enorme contribución a las personas y comunidades que necesitan ayuda con urgencia.

En el marco de esta conmemoración, se realizó la renovación y firma pública de la Carta de Entendimiento del Equipo Humanitario de País, que estuvo a cargo de Andrew Stanhope, Coordinador Residente de las Naciones Unidas a.i.; Orlando Tejada, Director General de Protección Civil y Mitigación de Desastres; Agustín Hernández, Viceministro de Gobernación y Desarrollo Territorial; y representantes de organizaciones no gubernamentales y cooperación internacional que forman parte del equipo de respuesta humanitaria.

El PNUD se unió a la firma de la carta de entendimiento del Equipo Humanitario de País para la coordinación y apoyo a El Salvador en la preparación y respuesta humanitaria, con enfoque de derechos humanos, prevención de la violencia basada en género y construcción de resiliencia.

El Equipo Humanitario de País se conformó en 2012, con el objetivo de reunir a diferentes organizaciones nacionales e internacionales con experiencia y capacidad en respuesta humanitaria, para coordinar acciones ante crisis y emergencias, y salvar vidas mediante la reducción de riesgos.

Las vulnerabilidades no sólo representan el riesgo de perder vidas, sino de retroceder en niveles de desarrollo social, económico, ambiental, y en otros avances que se han logrado en los países, comunidades y personas”, mencionó el Coordinador Residente y Humanitario de las Naciones Unidas.

A través de la firma de la Carta de Entendimiento, se renovó el compromiso con la sociedad salvadoreña de brindar una respuesta efectiva e integrada a la población en situaciones de crisis, así como garantizar la protección de las y los trabajadores humanitarios durante el desempeño de su trabajo.

Durante el evento, se realizó también un conversatorio sobre “mujeres en contexto humanitario”, en el que mujeres de diferentes organizaciones, compartieron sus experiencias y desafíos como trabajadoras humanitarias. Las panelistas mencionaron que aún existe una barrera de género fuerte, que se agudiza en momentos de crisis humanitaria, por cuestiones de estereotipos atribuidos a las mujeres, principalmente por su capacidad de realizar el trabajo.

Asimismo, se enfatizó el papel clave de la mujer como asistente humanitaria, porque puede aportar una perspectiva diferente, capacidad de análisis más comprensivo, y una comunicación más empática con las personas.

Las participantes también destacaron la necesidad de medidas de protección más específicas para las trabajadoras humanitarias, porque son las más expuestas a recibir cualquier tipo de abuso o discriminación.