Salvar vidas. Ese el objetivo de una campaña que promueve el uso de mascarillas en el transporte público, para prevenir el contagio de covid-19 y poner un alto a todo tipo de violencia contra las mujeres en los espacios público.

La campaña denominada “No estás sola” fue lanzada en el marco del proyecto “Mujeres Libres de Violencia en el Transporte Público”, gestionado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONUMujeres, con el financiamiento del Fondo para la Consolidación de Paz de las Naciones Unidas.

Como parte de esta iniciativa, durante la segunda semana de septiembre, se entregarán alrededor de cinco mil mascarillas con el hasthtag #NoEstásSola, acompañadas de una tarjeta con los contactos de las instituciones a las que pueden acudir las mujeres víctimas de violencia o sus redes de apoyo, para denunciar o buscar ayuda.

Las mascarillas serán entregadas en las horas de mayor afluencia en paradas de buses de los municipios de San Salvador (San Salvador) y Santa Tecla (La Libertad), en donde se lleva a cabo el piloto del proyecto. En esos espacios también se colocarán estructuras dispensadoras de alcohol gel durante dos semanas y se brindará información sobre qué es el acoso y los números telefónicos donde buscar ayuda.

Asimismo, se entregarán mascarillas y dispensadores de alcohol gel en más de 15 instituciones del Estado, incluyendo la Asamblea Legislativa, el Viceministerio de Transporte, el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer y la Procuraduría General de la República. También en las alcaldías de San Salvador y Santa Tecla.

La campaña también tendrá un componente de redes sociales, para sensibilizar durante 30 días a la población sobre el problema de la violencia contra las mujeres y el compromiso de toda la sociedad para detenerlo.

En El Salvador, más de la mitad de las usuarias de este servicio han sufrido violencia en los autobuses y la mayoría de víctima han sido adolescentes y jóvenes. El Proyecto “Mujeres libres de violencia en el transporte público busca reducir el acoso sexual y otras formas de violencia para las mujeres usuarias de este servicio. Es una iniciativa multiactor a la que se incorporan agentes de la sociedad civil, del sector privado y de gobiernos locales y nacionales.

El proyecto representa una oportunidad de catalizar el desarrollo de políticas de movilidad urbana que promuevan la seguridad ciudadana, con una perspectiva de género. Propone la conformación de una mesa interinstitucional y multisectorial, que permita la coordinación, apropiación, generación de alianzas y el fomento de la corresponsabilidad en la búsqueda de soluciones.